En este comunicado de CCOO tratamos los siguientes temas:

• MasOrange: entre el dato y el relato.
• Pago de las ayudas sociales en junio, 600 euros.
• Fin campaña renta IRPF 2024.
• Convenio. La Dirección suspendió la reunión prevista para el miércoles pasado, aplazándola al 2 de julio. El motivo alegado es la “complejidad de las materias a tratar, con especial relevancia a la clasificación profesional la cual requiere de un estudio y análisis más profundo”.

 

SITUACIÓN MASORANGE

El Estatuto de los Trabajadores exige en su artículo 64 que la Dirección informe trimestralmente a la representación social “sobre la situación económica de la empresa y la evolución reciente y probable de sus actividades”, pero la última vez que se convocó a los sindicatos para cumplir con esta obligación legal fue hace un año.

Pese a esta falta de transparencia, es posible analizar la realidad de MasOrange acudiendo no solamente a las notas de prensa que la propia Dirección lanza para que las publiquen los medios, sino también a fuentes más objetivas. Porque el diagnóstico difiere mucho dependiendo de a quién se preste atención y los intereses en juego ascienden a miles de millones.

Desde el inicio de la joint venture en abril de 2024, se ha intentado proyectar una imagen triunfalista. Sin embargo, un año después, cabe preguntarse si realmente puede hablarse de éxito.

 

REALIDAD LABORAL

Bajo un enfoque estrictamente laboral y a día de hoy, MasOrange es un fracaso, con pérdidas y retrocesos para la plantilla en prácticamente todo y ninguna mejora relevante:

• Destrucción de empleo. Se han perdido cientos de puestos de trabajo en la empresa tras un ERE forzoso, cerrado hace apenas dos meses. Este despido colectivo, además de ser el peor de toda la historia de la compañía, ha golpeado con especial virulencia al personal de Orange.
• Deterioro del clima laboral. La motivación y la ilusión por formar parte del proyecto se han desvanecido. El pesimismo es palpable y pocos esperan algo bueno a corto o medio plazo. La expresión “Ay, Virgencita, que me quede como estoy” podría ser el nuevo lema entre la plantilla. Tampoco ayudan la carga de trabajo, cada vez más insoportable, ni la incertidumbre ante un futuro que pinta bastante negro. Además, la actual política de recursos humanos parece centrarse en un positivismo impostado y campañas superficiales como “tardeo, tapas y cañitas”, en lugar de priorizar la seguridad en el empleo y unas buenas condiciones laborales, sociales y económicas.
• Desconfianza en la Dirección. Se ha perdido la confianza en el equipo directivo que, aunque nunca fue mucha, ahora está bajo mínimos. Es la consecuencia lógica de faltar a la verdad cuando prometieron que no habría un ERE, que MasOrange era un proyecto de crecimiento o que todas y todos tendrían más oportunidades. A la falta de sinceridad se añade la percepción generalizada de que buena parte de los principales responsables de la empresa pudieran estar más centrados en seguir llenándose los bolsillos antes de que los franceses retomen el control, que en dirigir con profesionalidad la compañía.
• Pérdida masiva de poder adquisitivo. Más del 70% de la plantilla de MasOrange ha perdido poder adquisitivo en sus sueldos en 2025 con el último acuerdo de revisión salarial, algo que reconocen incluso sus firmantes y que transcriben de manera literal en las actas. El otro 30% tampoco ha tenido subidas salariales reales, si se tiene en cuenta la inflación.
• Retrocesos adicionales. En Orange se ha perdido un día libre en 2025 tras la modificación unilateral del calendario laboral impuesta por la empresa, en MásMóvil siguen privados de los beneficios sociales y otras ventajas del convenio de Orange por la negativa de la Dirección a su extensión a toda la plantilla después de más de un año de supuesta “integración”, se han denunciado los convenios colectivos históricos de OSP, OSFI, Euskaltel, RCable y Telecable amenazando con borrar avances laborales logrados tras años de negociación, etc.

 

REALIDAD FINANCIERA Y COMERCIAL

Si en el plano estrictamente laboral MasOrange es un fiasco, tampoco se pueden lanzar las campanas al vuelo en lo económico ni en lo comercial: dejando a un lado el maquillaje estratégico típico ante los inminentes movimientos societarios, no hay éxitos financieros claros y las perspectivas comerciales distan de ser las mejores.

Orange, propietaria del 50% de MasOrange, podrá adquirir la otra mitad —en manos de los fondos Providence, KKR y Cinven (40,3%) y accionistas minoritarios (9,7%)— a partir de marzo de 2026, si la deuda se reduce. Si no lo hace, los fondos podrían optar por una salida a bolsa. Así que parecen lógicos los intentos de proyectar una imagen optimista para maximizar la valoración futura de MasOrange.

Los mensajes positivos de la Dirección se centran en tres aspectos principales:

1. Ingresos crecientes, +1,5% en 2024 y del +2,6% en el primer trimestre de 2025.
2. EBITDA ajustado al alza, +10,8% en 2024.
3. Sinergias de 80 millones de euros en los tres primeros meses de 2025, sumando unos 200 millones de euros durante el último año.

Pero junto a estos datos favorables, aparecen otros que no lo son tanto:

• El primer escollo es la gigantesca deuda que arrastra MasOrange desde su creación, de más de 14.000 millones de euros, que ha provocado unas pérdidas netas de -583 millones en 2024. El coste de los intereses financieros ascendió a -750 millones, mucho más que los beneficios por sinergias.
• MasOrange presume de EBITDA ajustado, pero en esa cifra ajustada falta contexto y realismo, ya que han quitado todo lo que estorba: gastos e intereses bancarios, costes de integración, amortizaciones, impuestos…
• La compañía presenta una ratio de deuda/EBITDA superior a 4,7x, muy por encima del umbral considerado saludable para una operadora con ambiciones de salida a bolsa o refinanciación independiente.
• A nivel comercial el discurso corporativo enfatiza la captación de clientes de valor, pero los datos de portabilidad neta revelan una realidad distinta: se han perdido más de medio millón de líneas (546.000), mientras competidores como DIGI ganan cuota a toda velocidad.
• Para que se pueda ejecutar la opción de compra necesariamente ha de bajar la deuda y hasta hace pocos meses contaban con la fiberco Surf y la operación conjunta con Vodafone, que supuestamente inyectaría unos 10.000 millones de euros. El problema es que, en un mercado saturado y devaluado, nadie parece dispuesto a pagar esa cantidad y se habla ahora de unos 7.000 millones, 3.000 millones menos de lo que calculaban. Esto compromete la reducción de la deuda y, sobre todo, que dicha reducción se materialice con rapidez. Además, la Dirección ha admitido que la operación se retrasará al menos hasta después del verano, cuando hace un trimestre parecía cosa hecha.

 

CONCLUSIONES: SE NECESITA TRANSPARENCIA, NO MAQUILLAJE

Con una operación de compra de por medio que podría concretarse en pocos meses, conviene no omitir aspectos relevantes como el deterioro laboral, la situación financiera, la pérdida de clientes o la incertidumbre sobre la fiberco. Hacen falta más datos y menos relato. De nuevo, insistimos en la necesidad de que la Dirección cumpla con sus obligaciones legales e informe a la representación social sobre estas cuestiones, porque la falta de transparencia nunca es buena compañera de viaje y menos en estos momentos.

Para terminar, en CCOO reiteramos nuestra voluntad de mejorar las condiciones económicas, laborales y sociales de toda la plantilla, sin aceptar retrocesos ni pérdidas injustificadas de los derechos y beneficios logrados durante estos años. El personal de Orange y el de MásMóvil deben igualarse al alza en sus condiciones de trabajo y merecen el mejor trato posible, que evidencie que trabajamos en la mayor teleco del país por número de clientes.

Queremos ayudarte; cuenta con nosotras/os. Mientras tanto seguiremos informando y aconsejamos prestar atención al canal de WhatsApp de CCOO. También puedes enviar un correo a comitempresa.es@masorange.es o hablar con tu delegado/a o persona de referencia de CCOO de MasOrange en Madrid, Barcelona, Sevilla, Valladolid, Valencia, Vigo, A Coruña, Asturias, Zaragoza, Euskadi, Salamanca, Alicante, Málaga, Las Palmas de Gran Canaria…

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AYUDAS SOCIALES

En CCOO recordamos que, en junio, además de la paga extra de verano, se abonarán hasta 600 euros en Orange por las ayudas sanitarias, celiaquía, TDA/TDAH y sobredotación.

En la nómina de este mes de junio aparecerán varias ayudas económicas a cuenta del fondo de acción social previsto en el convenio de Orange para las personas trabajadoras de OSP, OSFI y Simyo:

• Hasta 600 euros en ayudas sanitarias.
• Hasta 600 euros en ayudas por celiaquía.
• Hasta 600 euros en ayudas por TDA/TDAH.
• Hasta 600 euros en ayudas por sobredotación (descontando en su caso los 500 euros que se adelantaron en la nómina de marzo). El plazo para pedir estas ayudas está abierto durante todo el año y la solicitud se hace en la intranet.

Las ayudas para empleadas y empleados con hijas/os cursando en 2024–2025 el bachillerato o un grado medio o superior de formación profesional se abonarán más adelante y con un importe todavía por determinar.

En CCOO reiteramos la petición de crear de manera urgente un presupuesto equivalente para que las compañeras y compañeros procedentes del Grupo MásMóvil puedan beneficiarse de las mismas ayudas sociales que en Orange.

 

FIN CAMPAÑA RENTA IRPF

Quedan muy pocos días para el cierre de la campaña de renta correspondiente al ejercicio 2024, que comenzó el pasado abril.

Recordamos que las personas afiliadas a CCOO pueden deducirse las cuotas sindicales en la casilla 14 y también que quienes tengan acciones de Orange y recibieron en junio y diciembre del año pasado el pago de dividendos, deben incluirlos en la declaración.

En la intranet es posible obtener el certificado con los ingresos y retenciones a cuenta del IRPF efectuados en 2024.

Además de la presentación del impuesto a través de la web de la Agencia Tributaria, es posible acudir a sus oficinas y hacer los trámites presencialmente con cita previa.

El miércoles de la próxima semana, 25 de junio, es la fecha límite para presentar las declaraciones a ingresar (positivas, a pagar); el 30 de junio se cierra el plazo para el resto de las declaraciones (negativas, a devolver).