Gracias al esfuerzo de todos los que trabajamos en Orange, la empresa ha obtenido los mejores resultados económicos en años. Fiel a su peculiar concepción de la justicia, la dirección ha ido repartiendo extrañas recompensas: desde comienzos de año ha despedido a 41 trabajadores y trabajadoras, principalmente en Madrid, pero también en Barcelona, La Coruña, Bizkaia, Las Palmas, Pontevedra, Sevilla, Valencia y Valladolid.
Es el área de Empresas donde sus máximos responsables son los más propensos a enviar a sus trabajadores y trabajadoras a la cola del paro, aunque en Operaciones, DNF, Ventas y Distribución, Personal, Finanzas, Estrategia y Desarrollo, Operadores y Regulación, Portal y Secretaria General también les gusta despedir.
El ritmo de despidos y la posición jerárquica de los despedidos hace pensar que en un tiempo no muy lejano Orange será una empresa de directivos, porque al resto, comerciales, gestores, técnicos, administrativos, etc. nos habrán dado la patada. Lo más triste es que da lo mismo ser un buen profesional o tener una demostrada y valiosa experiencia: como no seas de la cuerda del jefe, estás acabado.
La actitud de la dirección hacia la plantilla es lamentable. Y lo peor es que no dan muestras de querer cambiar este estilo de gestión basado en el miedo. Dicen que van a seguir despidiendo y por si fuera poco se ríen y nos animan a participar en una encuesta para hacer de Orange la empresa más querida para trabajar… Qué poca vergüenza.
Desde CCOO avisamos que no descartamos ninguna medida para poner fin a esta sangría de despidos.
(*) Sin contar las bajas por el traslado forzoso de Operaciones Barcelona
