Desde la Secretaría de la Mujer de la Federación de Comunicación y Transporte de Madrid , queremos dirigir este llamamiento a todas aquellas personas, y especialmente a cada una de las mujeres que sienten que algo no marcha adecuadamente en el mundo que nos rodea, a quienes sienten indefensión, rabia y ganas de luchar por situaciones injustas que viven, han vivido o tienen demasiado cerca como para seguir con los ojos cerrados. Actos de violencia de género, discriminación en cualquiera de sus vertientes, acoso sexual, acoso moral por los propios compañeros o personal de jerarquía superior, conciliación de la vida laboral y familiar o personal…. Son tantos y tantos los problemas como personas hay, y por eso se necesita vuestra ayuda, para no dejar ningún problema en el tintero, ni ninguna solución que proponer ni por la que luchar.
Sabemos demasiado bien que son muchos los pequeños y grandes problemas que nos rodean y que no es poco el trabajo que se hace individualmente, pero también sabemos que puede ser inmensa la unión de esfuerzos, para mejorar la situación de todas las personas.
Uno de los principales problemas que existen en nuestra sociedad y en CCOO es la poca presencia de la mujer y la aún mas escasa participación de la misma, en los órganos de representación del sindicato. Es el momento de encontrar un equilibrio entre hombres y mujeres en los órganos de responsabilidad. La necesidad de entrar en el diálogo social y en la negociación colectiva. Es primordial tener voz para decir cuál es nuestra situación. La representación masculina en nuestro sindicato no nos da la espalda, sino que simplemente, en la mayoría de los casos, no conoce la existencia de nuestros problemas, con la única excusa de que a ellos no les sucede y por tanto no existe dicha problemática. Esto nos lleva al trabajo individual que se puede hacer en cada hogar, que es involucrar al sector masculino en las tareas domésticas, el cuidado de los niños y personas dependientes. No existen ni dentro ni fuera del hogar trabajos de hombre o de mujer, sino sencillamente mejores aptitudes ante ciertos trabajos. De la misma manera, no debemos olvidar la importancia de la educación y los valores que debemos transmitir a nuestros menores para fomentar esas aptitudes. Antes de terminar, no quiero dejar pasar la ocasión para homenajear a todas la mujeres que durante siglos han luchado por cada uno de los derechos de que ahora disfrutamos. No olvidemos que su lucha fue muy dura, y que en muchas ocasiones esa lucha acarreó penas de muerte, de cárcel, de exilio, su memoria histórica quedó eclipsada a la sombra de un hombre o sencillamente fueron condenadas al olvido…
Por ti, por todos, y por todas, te esperamos.
